Recupera tu sonrisa con implantes dentales: soluciones duraderas y naturales
Es una especialidad odontológica que se dedica a utilizar tornillos de
titanio o implantes insertados en el hueso maxilar o mandibular para que sirvan como
raíces artificiales de dientes que se han perdido y poderlos reemplazar. Después de la
colocación del implante en el hueso, se espera un periodo en el que dicho tornillo se
adhiere al hueso y es ahí cuando puede soportar coronas dentales y de esta manera
restaurar la función y la estética.
Aspecto y función similares a los dientes naturales.
Mayor durabilidad (pueden durar décadas si se cuidan bien).
No necesitan desgastar dientes adyacentes como en los puentes tradicionales.
Ayudan a prevenir la pérdida ósea en la mandíbula.
Se colocan directamente en el hueso maxilar o mandibular. Tienen forma de tornillo, cilindro o cuchilla. Material: principalmente titanio o zirconio.
Requieren una buena cantidad de hueso.
Son ideales para prótesis unitarias, puentes o dentaduras completas.
Se anclan en el hueso cigomático (pómulo) en lugar del maxilar. Recomendados para pacientes con gran reabsorción ósea en el maxilar superior. Evitan la necesidad de injertos óseos.
Se colocan sobre el hueso pero debajo de la encía. Se usan en pacientes con poca altura ósea y que no pueden recibir injertos. Menos comunes hoy en día por su menor tasa de éxito a largo plazo.
Colocación del implante → espera de 3 a 6 meses para osteointegración → luego se coloca la prótesis.
Método tradicional y más seguro en casos sin urgencia.
El mismo día (o pocos días después) se coloca el implante y la corona temporal.
Útiles para pacientes con buena densidad ósea.
Ofrecen resultados estéticos rápidos.